Ansiedad y Estrés, responsables de varias patologías en la mujer
Cuando se sobrepasan los niveles normales de ansiedad, existen una serie de patologías que debutan como consecuencia del estado en el que consciente, o inconscientemente, vive la mujer a diario. Sufrimiento, sensación de no poder más y dolor, son alguno de los síntomas que debutan con cuadros que convergen entre el estilo de vida y la enfermedad mental.
Las crisis ansiosas o de angustia que pueden padecer las mujeres a lo largo de su vida, se prolongan entre dos y diez años en la mayor parte de los casos. Urticarias, diarreas, cefaleas, dolores lumbares, fatiga crónica, insomnio, bruxismo, etc. son patologías directamente asociadas a estos estadios y están desencadenadas por factores psicológicos tal y como apunta la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Ello, además de los síntomas físicos que se manifiestan ante un factor estresante hace que los médicos de familia tengan que saber la anamnesis completa del paciente para poder dar un diagnóstico y derivar, llegado el caso a psiquiatría o psicología.
Se estima que una de cada tres mujeres en todo el mundo puede sufrir una fractura relacionada con la salud ósea y cuando existe un trastorno de ansiedad se incrementa en un 2 % dicho riesgo. La osteoporosis que afecta a la mortalidad y a la calidad de vida, va en aumento en las sociedades avanzadas además del tabaquismo y de la menopausia precoz que va en aumento.
La ansiedad y la depresión no solamente son estados emocionales que causan tristeza, baja autoestima o desesperanza. Pueden producir una amplia gama de síntomas asociados que no se controlan porque no somos conscientes de ellos, que afectan a la mayor parte de los órganos.
Problemas de piel como psoriasis, urticaria, prurito; problemas del aparato digestivo, colon irritable, diarreas, náuseas; enfermedades del sistema respiratorio; falta de aire, opresión, pinchazos en el pecho o del sistema nervioso; dolores de cabeza, vértigos, mareos, entre otros, pueden aparecer de repente, durar varios meses, e irse igual que han llegado cuando se normaliza el estado estresante.
Pacientes catalogadas como psicosomáticas a los que se les ha llamado pacientes shopping, porque van de tiendas (médicos) para averiguar qué les pasa cuando tienen estrés y falta el control de las emociones que causa esos síntomas.
El estrés provoca también alteraciones hormonales y del ciclo menstrual. Mantener constantemente los niveles de hormonas del estrés elevados supone que se padezcan contracturas, problemas cardíacos y otros relativos al aparato reproductivo entre ellos el aborto espontáneo o la infertilidad. Mujeres que no pueden tener hijos durante años que al asentar el problema mental, llegan a ser fértiles de nuevo sin tratamiento alguno es relativamente normal.
Las elevadas demandas cruzadas a las que son sometidas las mujeres que intentan controlar la casa, los hijos, el trabajo y la exigencia que tienen consigo mismas, hace que esos niveles de estrés crónico mantengan al sistema inmunológico a niveles mínimos. Frustración, angustia, irritabilidad, ansiedad, cansancio crónico, sumado al cuadro de dolor producido por las enfermedades citadas, puede hacer que pase factura a lo largo de años.
Pedir ayuda es la opción necesaria así como un cambio de vida que le sugerirá un psicólogo o psicoterapeuta, terapia cognitivo conductual y una baja llegado el caso hará que, hasta asentar el origen del problema, y asumirlo, mejore necesariamente en calidad de la vida y comience quizá, a cuidarse por primera vez.
Por: Ana De Luis Otero
Fuente: Periodistas en español.com
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